29
Sep

LA VUELTA A LA MADERA

En los últimos años los materiales más naturales como la piedra y, sobre todo, la madera han ido recuperando el terreno perdido en la decoración del hogar hasta convertirse en referencias esenciales en todo proyecto. Gracias, principalmente, a la inspiración nórdica tan de vanguardia en el interiorismo de los últimos años, que se apoya en este material para aportar una mayor calidez a cualquier estancia tan necesaria en su entorno geográfico, se ha ido recuperando la madera como base principal de cualquier proyecto, tanto en el suelo (quitando terreno a los tonos cemento y porcelánicos que se habían impuesto en los primeros años del siglo XXI) como en el mismo mobiliario de cualquier rincón del hogar.
El roble, el nogal o el pino han resurgido para dar una imagen más natural a nuestra casa, con tonos cada vez más claros y vetas en cambio cada vez más marcadas que nos acercan a la naturaleza aunque nuestra estancia se encuentre situada en el centro de una gran ciudad. El minimalismo monocromático de hace una década se ha abierto a la incorporación de la madera aportando un toque de calidez natural a un espacio que pecaba de frio y artificial para lograr una mayor sensación de comodidad y bienestar en nuestro hogar o centro de trabajo.
La combinación de la madera con los colores más naturales (gris piedra, marrón o blanco) son hoy en día una apuesta ganadora en cualquier proyecto, desterrando los espacios monocromáticos con colores chillones e histriónicos y nos aportan una mayor gama de posibilidades para hacer de cualquier estancia de nuestra casa un lugar personal y único que invite a su disfrute, además de aportarnos una serie de virtudes intrínsecas del producto como son su dureza, resistencia y gran adaptación al paso del tiempo, siendo uno de los materiales que mejor envejecen.